Minimalismo, filosofía de vida y decoración

 El minimalismo que influenció la pintura y los estilos decorativos tiene sus orígenes en el ascetismo oriental. Esta antigua corriente filosófica abogaba por una vida exenta de objetos y veleidades se traslada al diseño, y desde allí, nos presenta su fascinante manera de decirlo todo con casi nada, y aun así llenar de placer tu vida. 

¿Qué es y para quienes es el minimalismo?

Como si de una exhibición de objet trouvé de Duchamp se tratase, las casas minimalistas se caracterizan por la expresividad propia de una estética simplificadora. Sin embargo, muy lejos quedó la casi ausente manufactura del minimalismo artístico, y muy presente la cualidad de ser conceptualmente profundas. En el diseño, el estilo minimalista se caracteriza por una austera elegancia. Destinada a todos los que deseen una vida concentrada en disfrutar cada momento de las mejores cosas de la vida, sin que eso constituya el peso de lo material. Preferido de aquellos con estilos de vida muy dinámicos, y con alto grado de conciencia ecologista. Pero también, de aquellos que se encuentran en el retiro, más dispuestos a disfrutar del mundo sin la interferencia del cuidado excesivo y el mantenimiento que conlleva una casa recargada.

¿Cómo lograr un estilo minimalista?

Para lograr una verdadera estética minimalista en un ambiente, es fundamental aproximarse a los hábitos de los usuarios. El hábitat de un minimalista debería ser su respuesta a la necesidad de practicidad, sea cual sea su oficio. Por ello, se comienza por concebir materiales, acabados y mobiliario funcionales que reduzcan la inversión de tiempo. Es lo mismo que decir, que cuando asumes el estilo minimalista cambias el exceso por la funcionalidad. Para ello, adoptas el uso de muebles y objetos que sólo estén para resolver tus requerimientos.

Tres claves en casa para un look minimalista

• Los acabados en paredes y pisos serán siempre de primera. Materiales de fácil mantenimiento y una manufactura de alta gama. La apariencia de los materiales minimalistas es siempre neutral y moderna, pero sin “alborozos”. Tanto en los ambientes comunes como en los más privados, el sello lo llevan las líneas simples. La decoración minimalista constituye un juego de módulos con una geometría muy expresiva, y gráfica. El minimalismo, no sólo abandona el exceso de objetos fútiles, los pisos, paredes y techos muestran una simpleza evocadora del zen. Con materiales nobles como la madera, la piedra y los símil de éstos.

•  El minimalismo  también se aboca a crear confort. No podría ser de otro modo, los espacios son para el disfrute sensorial. Y luego del placer estético, el confort físico pasa por varios aspectos. En primer lugar, el clima. Chimeneas, y aclimatadores  se suman a la decoración con estilo. En lugar de esconderse, se les destaca, reafirma y acondiciona para ser centro de convergencia en las reuniones. Los electrodomésticos y aparatos de uso eventual en cambio, permanecen fuera de vista.

• La iluminación, muy bien cuidada, se considera en todos sus aspectos. Las cortinas por lo general diáfanas, geométricamente simples, pero eso sí, muy funcionales. Las luces artificiales, blancas, empotradas, abundantes y ahorradoras. Porque eso si, el minimalismo es amante de la conservación.