Plantas aromáticas: No las compres más, ¡cultívalas en casa!

Cultivar en casa tus propias plantas aromáticas es uno de los mayores y sencillos placeres que podrás obsequiarte. Las hierbas aromáticas nos regalan sus colores, aromas y el sabor inigualable del logro, combinados con la certeza de consumir un producto orgánico cultivado por ti. ¡Anímate! Son de fácil cultivo y rápido crecimiento.

No necesitas razones para cultivar tus plantas aromáticas, pero aquí tienes una:

Hay momentos que están signados en la memoria sólo por los sentidos, por ejemplo: una tarde en casa con el olor de la masa leudando bajo el paño en un rincón oscuro. Mezcla esa imagen con los aromas del tomate y el orégano que desprenden de la salsa en plena ebullición y sella magistralmente con la albahaca fresca recién cortada. Todo fatto in casa y dispuesto para la elaboración de tu primera pizza casera. Para recrear momentos así, es que vale la pena experimentar el cultivo de las plantas aromáticas.

Cómo cultivar hierbas de cocina en tres pasos:

  1. Lo primero a tener en cuenta es el espacio disponible para la colocación de las aromáticas. Debe ser un ambiente adecuado en cuanto a temperatura y a la cantidad de sol que recibirán a diario las plantas. Para ello, debes asesorarte al momento de adquirir los plantines y seleccionar las especies que más te agraden y se adapten al clima local. Si tenés un clima muy cálido, la ventana es el lugar adecuado para colocarlas. Acá en Argentina, las plantas aromáticas más comúnmente cultivadas en casa son: el orégano, la albahaca, el romero, la menta, el perejil, el tomillo, entre otros.
  2. Luego, toca seleccionar macetas. Debes considerar el tamaño, material y características de tus macetas de plástico o arcilla; cajones de cultivo o cajas improvisadas.  El material y el tamaño se escoge según si irán al interior, exterior o afuera pero bajo techo. Dispones de muchas opciones en el mercado, pero siempre puedes optar por reciclar diversos envases, floreros o cajas de madera. También puedes pintarlos de colores o hacerles pátinas para darles un look avejentado. Lo importante es que tengan un tamaño de boca aceptable y que soporten bien la demanda de agua de la planta.
  3. Una de las ventajas que acompañan al cultivo en casa de plantas aromáticas, o de cualquier especie comestible, es la posibilidad de convertir los desechos orgánicos en compost. ¿Por qué?, pues porque el compost orgánico resulta una excelente fuente de nutrientes para las plantas y su elaboración casera constituye además un aporte al medio ambiente y un ahorro significativo.

Cómo hacer compost o abono casero

hierbas aromáticas

Para hacerlo, necesitas un envase o un cajón de madera profundo, coloca en él todos los sobrantes de vegetales, cáscaras (las de huevo trituradas), hojas, etc. Lo que debes evitar tirar en tu compost son los restos de cítricos (ni cáscaras ni pulpa o jugo de limón, naranja, pomelo, etc), ya que acidifican la tierra. Déjalo a la intemperie cubierto con una leve capa de tierra. Riega ligeramente a diario, y remueve cada tres días, en pocos días adquiere un color negruzco, significa que está listo para el uso. Ten presente que los insectos que suele atraer el compost, son inevitables y necesarios. De hecho, ayudan a descomponer los materiales. Una sola cucharada en la maceta de tu planta aromática bastará para aportar gran cantidad de nutrientes.

plantas aromáticas, yerbabuena

Cómo sembrar las hierbas de cocina

plantas aromáticas

Si seleccionaste cajones de madera para cultivar, ten en cuenta que debes cubrirlos por dentro con plástico. Las bolsas de el aseo sirven. Sólo ábrela y cubre el cajón engrapando los bordes con cuidado de doblar para que te queden bien prolijo. Por otro lado, recuerda que la madera a la intemperie tiende a podrirse. Si eliges macetas de arcilla o plástico, no necesitas mucha preparación, pero coloca los platos para escurrir el agua siempre, o podrías dañar el piso con el riego, especialmente, si son de madera.

Cuando ya tengas listas tus macetas o cajones, Mezcla compost (una cucharada) y tierra negra (puedes comprarla en las tiendas especializadas o usar tierra local) suficiente para cada maceta. Agrega la mitad de la mezcla, coloca con cuidado la planta aromática en cada una y cubre con más tierra. Ayúdate con un vaso descartable para evitar que se dañen las hojas de la planta. Después puedes colocarlas en su espacio. Tal vez no lo creas necesario, pero es mejor anotar los cuidados de riego que requieren mientras agarras práctica. A los pocos días cuando las raíces ya estén firmes, podrás comenzar a disfrutar del sabor inigualable de reconciliarse con lo natural.

¡Manda fotos de tu jardín de hierbas aromáticas!